Morí de amor....

La gente que me conoce siempre me dice que soy la Reina de la casa... y saben qué? es cierto y me encanta!


Soy la única entre tres hombres y un perro y todos los mimos que estos seres divinos tienen son para mí, pero no se quedan con las manos vacías porque mi corazón se agranda al verlos todos los días y todo mi amor es para cada uno de ellos también.


Pero ayer particularmente pasó algo que hizo que uno viera en ese pequeño gesto tanto, pero tanto amor de niño, ese amor que no tiene verguenza de que alguien lo esté mirando, ese amor sin medidas...


Nos tocó ir a una recepción por el trabajo de mi marido, hacía mucho frío y llovía, mientras los grandes estábamos adentro charlando de nuestras cosas, los chicos jugaban en la galería... en un momento ví entrar a mi hijo de 7 años, Octavio, cubierto con su capucha y los cachetes colorados por el frío, mientras me buscaba con sus ojitos de uva por todo el salón... en sus manitos heladas: una rosa color amarilla... Con solo decirme, "tomá mi mami, la corté para vos", hizo que mi corazón casi estallara. En el mismo momento en que este hombrecito se cruzó toda la sala para darle una flor a su mamá, recordé con la vista nublada por las lágrimas, lo que es realmente importante en la vida.


Tengo unos hijos maravillosos (Lu no me olvido cuando en un partido de rugby a tus 5 años empezaste a correr al lado contrario para salirte de la cancha porque venías trayéndome una florcita que habías encontrado DULCE MIO!...) y un marido que es una bendición de Dios.

LOS AMO!!! y nunca se olviden de eso.